La natación: una pasión compartida entre esposos

Por Manuela Osorio

No todas las historias de amor comienzan en buenos términos y así inició la de Estefanía Muñoz y Luis Felipe Ferrer. Ellos son una pareja de esposos que actualmente comparte su pasión por la natación compitiendo en los campeonatos máster a nivel nacional, sin embargo, este gusto por el agua no surgió para ambos desde pequeños.

Luis Felipe aprendió a nadar a los dos años y luego ingresó al Club Huracanes cuando tenía cinco. Allí empezó su preparación desde infantil y en su juventud vivió la parte competitiva de la natación, trayendo a la memoria su primera medalla en 1997 aproximadamente. Su caso con el seleccionado es bastante particular, pues a los 14 años clasificó a la selección Colombia a una Copa Pacífico y un año después perteneció al seleccionado antioqueño, es decir, aunque por edades no sea el proceso común, su buen desempeño lo llevó a representar al departamento. “Cuando yo era Infantil B, le gané a los de Juvenil A, entonces pasé a la selección”, expresó Luis Felipe.

La historia de Estefanía es totalmente diferente, desde pequeña no tuvo acercamiento a la natación; solo hasta que conoció a su esposo descubrió una nueva faceta por experimentar. No comenzó como nadadora precisamente, Luis Felipe la incentivó para que fuera juez y con desconocimiento comenzó a aprender y lo hizo durante dos años. Un tiempo después por hobbie y por motivación a su pareja, inició desde cero su proceso en la natación con el club Aqa Máster, aprendiendo técnicas y modalidades que hoy le permiten participar en competencias nacionales.

Se conocieron en un paseo a Coveñas gracias a que la hermana de Estefanía, quien hacía parte del mismo club de motos de Luis Felipe. En medio del viaje se conocieron y chocaron debido a la timidez de “Pipe” y la expresividad de Estefanía, pero luego de varios días compartiendo experiencias y siendo buenos amigos, tomaron la decisión de comenzar su relación llevando cuatro años de casados en la actualidad.

La natación es una de las pasiones que comparten juntos, especialmente porque en los momentos donde Luis Felipe dudaba de regresar, aparecía Estefanía para resaltar su talento e insistirle para volver a practicarla y de la misma forma, él es quien impulsa a Estefanía a que a pesar de no comenzar desde pequeña con el deporte, se atreva a aprender sobre este. “La emoción que se siente ver al otro nadar, competir, yo sé que a veces no me escucha, pero yo le grito, eso es muy bonito”, dice Estefanía con alegría al hablar de este espacio que comparten juntos.

Sin importar la carga laboral o académica que ambos llevan, la natación es el espacio que les permite vivir nuevas experiencias juntos, apoyarse el uno al otro en los minutos que duran las pruebas o irse días completos y compartirlos con sus compañeros. Momentos que demuestran que el agua los ha acompañado durante sus siete años de relación y continuarán siendo ejemplo de que las pasiones se comparten entre sí.